La predisposición a sufrir de caries, por ejemplo, es uno de los principales riesgos de besar a una persona que no tenga buena salud bucal.
Al entablar una relación sentimental, no solo compartes el amor, las aventuras, los sueños, el tiempo libre, las celebraciones…
Un acto tan genuino como un beso no solo fortalece la conexión y les permite expresarse, sino que también “podría acarrear problemas de salud”, alerta la odontóloga Betzaida Prada, quien explica tres razones para mantener la mirada puesta en el cuidado bucal de tu pareja:
Se intercambian las bacterias
Las bacterias, hongos y demás organismos presentes en la microflora bucal se transmiten a través de los besos.
“Por citar algunos ejemplos: la periodontitis, la gingivitis y la caries tienen bacterias particulares que se pueden transferir a una persona sana”, advierte la especialista.
Aunque este tipo de patologías no se contagian porque “se trata de enfermedades multifactoriales, es decir, se necesitan otros factores para que se puedan instalar; el compartir las bacterias predispone al desarrollo de estos padecimientos”, aclara.
Olores molestos
Lo cierto es que la enfermedad periodontal (periodontitis, gingivitis…) y la caries dental, por ejemplo, generan muy mal aliento porque “los microbios que están en ellas emiten desechos que se descomponen en la boca”.
Es muy desagradable besar a alguien que tenga un olor insoportable en la boca. Por eso, está en tus manos velar por que su salud bucal sea óptima.
Los más pequeños copian los patrones
Los hábitos de higiene dejan de ser personales, se convierten en un tema colectivo cuando se forma una familia.
Si vives con una persona que no presta atención a su salud dental, tus hijos copiarán ese modelo y, tarde o temprano, se verán afectados con problemas bucales “que pueden responder al desconocimiento o a la falta de amor y cuidado personal”, afirma Prada.